lunes

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Y el horrible silencio volvió, en el fondo el sabía que ella tenía razón, y esta vez era incapaz de emitir palabra. Ella como siempre espero una contestación, un gesto, cualquier cosa, pero en el fondo por mucho que le doliera sabía que no llegaría nada.
En su historia nunca hubo sitio para finales felices, ni príncipes azules. Y con un simple adiós y lagrimas en los ojos se despidió de sin duda el gran amor de su vida y montó en su tren, ese tren que descruzaría sus vidas para siempre, aun sabiendo que no podría olvidarle nunca.




PD: Besito para mi Mejor amigoo,pololi y demases, ese que hace que mis días se acorten! t keroo!...

1 comentario:

Jose Luis dijo...

Se parece un poco al que escribí hace un tiempo, sólo que acá el final es menos optimista.

Los silencios suelen causar distintas impresiones, a veces los interpretamos bien, otras no. A veces los silencios nos sirven para ocultar cosas, a veces para mostrar otras...el drama es que al ser silencios, donde no se dice nada sólo queda a la interpretación del receptor, y muchas veces, nosotros como emisores de esos silencios, tenemos razones de sobra para usarlos...es raro, complicado, pero así es la vida xD

Te quiero mucho mi pecesilla y te extraño un montón!!