Confesó que sus días eran cada vez más cortos,

que el dolor que le provocaba esa cierta inseguridad

de no saber el porqué, se acababa lentamente,

y es porque ella lo decidió así...

Tal como ese día en que quiso jugar su última carta,

el día que le diría, que las cosas debían tener alguna solución,

ese día, en que él, no hizo más que callar, como siempre.

No supo como marcharse sin que pareciera un adiós, no sabía como decirle que le harto esa situaciÓn, que para él claramente no era "situación", le cansó su orgullo e incomprensión.
Y es por eso que ella nunca entendió, sus razones, no entendió sus miedos, su tranquilidad, mientras ella moría por una respuesta, por un algo, que finalmente llegó, y se sintió dichosa de al menos entender que ese amor que decia tenerle, simplemente no era suficiente para amar, y era así de simple lo que le costó meses entender.

Y así fue como ella nunca lo sintió, sabía del cariño que sentía él, pero sabía también que era un cariño mezclado con necesidad de una consejera, alguien que estuviese para escuchar sus problemas, sus anhelos, sus desesperaciones; una AMIGA!

Y es por eso que muy dentro de ella le dijo adiós, no quería seguir viviendo su descuido, su soledad, sus dudas sin razón, su egoísmo.

Lo amó, y esperó que eso él nunca lo olvidára, pero él era frio y ella necesitaba calor, era noche y su día apenas comenzaba, era egoísmo y ella tenía tanto amor para compartir, era cobarde y ella quería aventurarse en el amor, era oscuridad y ella simplemente quería luz.

Ya llegaría ese alguien a quien amar, a quien darle su calor, alguien que se atreviera a amar sin condiciones, que no tuviese miedo de la vida y sobretodo que si le diera miedo la soledad y así luchara día a día por conservarla.

Pero aún así agradeció a ese amor

que le había enseñado el sentido de la vida, la felicidad y el dolor.
Y juró que deseaba quedarse, pero él no le dejó otra opción,

y se marchó sin despertarlo para no decirle adiós.