viernes


Hoy fue uno de esos días, como los que han caracterizado mi vida un tiempo…
Hace un mes más menos, que volví a trabajar con los niños, cosa que me agrada y me hace feliz la idea de estar con ellos.
Cuando llegué nuevamente, un día me percate al mirar por la ventana, la llegada de un pequeño gatito, era diferente al resto, era peludito, café con algunas manchas en el cuerpo, hasta de mi me asombré, en la casa ya habían dos gatas, q nunca me llamaron mucho la atención, eran orgullosas, retiradas…nunca hice más que acariciarles la cabeza…
Pero con este minino era distinto… además que tenía la ternura típica de un bebe, así que pregunte hace cuanto tiempo lo tenían, y para mi sorpresa no era de ellos... Había llegado solo.
Así que me acerque a tomarlo, pero en cuanto me vio, salió disparado…
Día tras día siguió mi eterna ambición de intentar tomarlo, acariciarlo; pero en vano hasta semanas después...
Solo se acercaba cuando sabía que no había nadie, cuando sabia que le había dejado comida lo bastante lejos de nosotros.
Todos los días lo observé mientras corría en el pasto, mientras se metía por un hoyito que había junto a la piscina, cuando me miraba con su carita gordita y mientras tomaba sol sentado en algunas de las sillas.
Hasta ese momento no había podido ni siquiera tocarle un pelo, y moría de ganas de tomarlo en mis brazos, hice mil intentos, me escondí detrás de la puerta para que al momento de entrar a comer, yo poder tomarlo y desquitarme de tanto cariño acumulado, pero lastima todo en vano.
Hasta que un día me propuse que antes de irme lo tomaría, para que se amansara (tan tonta)
Finalmente hoy llego mi último día de trabajo, y como estaba decidida a tomarlo comencé a buscarlo…
Lo busque debajo de las plantas, arriba de los arboles, debajo de las camas, en la pieza de las gatas, aunque eso ya era raro porque no compartía con ellas…
Me había empezado a asustar un poco, cuando miré hacia arriba…
Y ahí estaba!!
Pero ha sido la escena más triste de mi vida… estaba colgando en la malla del arco, ya sin vida.
Se pasaron por mi cabeza, mil suposiciones, la primera y más importante fue pensar en que ojalá no hubiera sufrido, muero de la pena de pensar q quizás fue así.
Pasaron los minutos y reaccioné…lo tomé entre mis brazos por primera vez, pude acariciarlo, estaba frio, lo desenredé del arco, y no pude hacer más que pensar en el porqué…
Estuve un tiempo contemplándolo de cerca, pude mirarlo todo lo que no había podido hasta ese momento.
Y pensé en todas las cosas que hasta este momento deseo…y todas se hicieron vanas.
Pensé en las veces en que dejé o dejamos escapar cosas que están en nuestras manos, como había hecho hasta ayer creyendo que al día siguiente lo atraparía...
Y noo! Ya no hay esperanza, es más no hay ningún porcentaje que me acompañe…
Entonces creí que en mi vida todo se da así… cuando logro poseer algo es cuando ya no me sirve, o cuando ya está sin vida, sin ilusiones, frio…
Cuando ya no puedo disfrutar de él…
¿De que servía ahora tenerlo entre mis manos, si no podía responder a mis caricias?
Y así pasa cuando queremos decidirnos por algo, ya es tarde, o ya no está o ya murió….

No hay comentarios: